
—Por favor —dijo Emma—, deme otra oportunidad.
—Lo siento, estimada Madame Bovary. Usted se ha suicidado y los suicidas...
—Sea benévolo, señor. Ni siquiera le pido ser de carne y hueso. Otro personaje estaría bien —se tiró a sus pies y lloró y lloró—. Tal vez un nuevo escritor pudiera... Voy a hacer que me recuerden como a una verdadera dama, que se hable bien de mí, ¿entiende? ¡Por favor!
—Está bien, está bien. Concedido. Hay un tal León Tolstoi que está buscando un personaje femenino: su nuevo nombre será Ana.
"Una verdadera dama", de Claudia Cortalezzi
También en Químicamente impuro y en TamTam
No hay comentarios:
Publicar un comentario