Lady Di, la princesa del
pueblo

Publicado en "Vidas breves", suplemento Cultura, diario Perfil, el 2 de septiembre de 2012.
Diana Frances Spencer, lady Di, decidió salir del
palacio para dedicarse a la asistencia humanitaria. Ayudó a enfermos de sida,
drogadictos, ancianos, leprosos y niños con problemas de salud. Poco antes de
morir, estuvo en Bosnia junto a la Red de Sobrevivientes de Campos Minados. Su
participación contribuyó a la lucha contra el uso de las minas antipersonas,
campaña que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1997. También viajó a África para
conocer personalmente la situación de los niños pobres. Y estuvo al lado de
personas como Nelson Mandela, Dalai Lama y la Madre Teresa de Calcuta.
Nacida el 1º de julio de 1961 en Park House, Sardingham,
Norfolk Inglaterra, Diana había crecido en una familia de la pequeña nobleza
junto a sus dos hermanas mayores, Sarah y Jane, y su hermano menor, Carlos. Sus padres, los Vizcondes de Althorp, Frances Ruth Burke Roche y Edward
John Spencer, se separaron cuando ella tenía seis años, y los cuatro hijos
quedaron bajo la custodia de su padre.
Diana
estudió en escuela de King´s Lynn, en Riddlesworth Hall en Norfolk, cursó el secundario en West Heath en Kent
y el último año en el Institute Alpine
Videmanette en Rougemont,
Suiza. Al volver a Inglaterra, se
inscribió en la Universidad. Pronto cambió de idea: quería dedicarse a la danza
clásica, pero fue rechazada por su estatura superior a la normal. Junto a unas
amigas alquiló un departamento en Londres. Pasó por varios empleos hasta que su
padre le consiguió un puesto como asistente de maestra jardinera en el
aristocrático Young England School
en Pimilco.
A fines de 1977 se encontró con
Carlos, heredero del trono británico. En febrero de 1981 el portavoz del
Palacio de Buckingham anunció el compromiso oficial entre lady Diana Spencer y
el príncipe de Gales. Entonces Diana se trasladó a Clarence House, residencia
de la reina madre.
La boda, oficiada por el arzobispo
de Canterbury, se celebró el 29 de julio de 1981 en la catedral londinense de
Sant Paul. Estuvieron presentes los principales miembros de la aristocracia
europea y más de ciento setenta jefes de Estado. Un millón de ciudadanos completaron
el cortejo. El acontecimiento fue retransmitido por televisión a más de setecientos
millones de espectadores.
En
1982, nació su primer hijo, el príncipe Guillermo. Enrique nació dos años
después.
Aunque
Diana trataba de dedicarse al cuidado de sus hijos, su agenda de compromisos
oficiales se le imponía. A partir de 1986, la prensa sensacionalista británica
difundió rumores sobre una crisis matrimonial y sobre una relación de Carlos con
su vieja amiga Camila Parker Bowles. Tras la separación de Carlos y Diana, se
desató una auténtica guerra de acusaciones mutuas entre los defensores de la
princesa y la casa real británica.
En
uno de sus viajes, lady Di visitó la Argentina. Estuvo en Gaiman, uno de los pueblos que fundaron los galeses
al llegar a la Patagonia. Todavía hoy, sus habitantes
depositan un ramo de rosas rojas junto a la foto de la princesa, cada día 31 de agosto.
Porque el 31 de agosto de 1997 lady Di falleció en un accidente automovilístico. Ocurrió en el interior del
Túnel de l’Alma, en la margen norte del Sena, en París, Francia. Murieron
también su compañero Dodi Al-Fayed y el conductor del auto.
Las muestras de afecto y dolor del pueblo
británico obligaron a la Familia Real a brindarle a Diana un funeral de Estado.
Representantes de la nobleza, la política y el mundo humanitario la despidieron
en la Abadía de Westminster. Tony Blair la calificó públicamente como la Princesa
del Pueblo.
Sus restos fueron trasladados a The Oval, una isla artificial que ideó su
hermano lord Charles Spencer para su descanso final.
Escrito por Claudia Cortalezzi
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